lunes, 21 de diciembre de 2009

Placebo

Hay algunas veces que estás escuchando un grupo que has oido mil veces y te das cuenta de lo jodidamente bueno que es.
Igual es un disco que tienes desde hace tiempo y del que hasta te sabes las canciones, que sabías que te gustaba y te considerabas incluso seguidor.
Pero en una de esas, te das cuenta de que es realmente una pasada.
Eso me está pasando a mí con Placebo ahora. ¡Qué canciones más redondas! Esa voz tan personal, las letras buenísimas y ese ambiente que consiguen darle a todo lo que hacen tan...inquietante.
Es lo bueno que están teniendo estos días de estudio intensivo, poder disfrutar de la música tantas horas seguidas, aunque sea entre apuntes. Creo que es lo único que me hace seguir sentada y no cometer un suicidio pulverizándome, granulándome, filtrándome o encapsulándome...amén de sobredosificándome de cualquier droga de los cientos que he de comprimir en mi cerebro en estos quince días.



Aquí Special K, una comparación del amor, las drogas y la autodestrucción...


Black-eyed: I was never faithful, and I was never one to trust...



¡Qué haría yo sin tí, Brian Molko!

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