domingo, 21 de febrero de 2010

Olores

-El olor del libro viejo, no leido desde hace años: sabiduría y polvo.
-El olor a tienda de campaña: plástico y crema solar, vacaciones.
-El olor a farmacia.
-El olor a papelería.
-El olor a frío.
-El olor a ropa limpia.
-El olor a laboratorio.


-El olor de la estación: suciedad, pan caliente, pobreza y encurtidos.
-El olor de la Plaza Mayor de esta ciudad: carne a la brasa y piedra antigua.
-El olor del bar de siempre: humedad, tabaco y cerveza.
-El olor del hall de la sede de CR: tortilla de patata, sea la hora que sea.
-El olor del baño de la facultad: jabón, lejía y frío.
-El olor al entrar en casa: humo, calor, barniz; el olor de la bodega; el olor de la cocina (el olor a lentejas); el olor distinto de cada habitación. Olor a familia.
-El olor de mi cuarto.
-El olor de cada persona, más allá de perfumes y suavizantes.
-El olor de cada piel.



Identificables entre otros muchos.
Llegar a alguno de esos sitios, estar con cada persona y que el olor no acompañe es inconcebible.
Los primeros, allá donde vayas.
Los segundos forman parte del arraigo, del sentimiento de pertenencia a algo.


Despiertan los instintos primarios, evocan recuerdos olvidados, y reposan en la conciencia, configurando la existencia de cada uno de la manera más discreta y genuina. Percibimos olores (y olemos) las veinticuatro horas, pero pocas veces somos conscientes de que lo estamos haciendo.


No renuncies a esa parte invisible de lo cotidiano.
Despliega tu nariz.
Y huele.





[d(.^.)p Sonando: Another way to die, Alicia Keys & Jack White]

4 comentarios:

  1. Te falta el olor a vida de un recién nacido. Uno de los que más me gusta.
    Escribes con muy buen gusto

    ResponderEliminar
  2. Dirás con buen olfato.
    (Un día de estos escribo sobre los sabores...)

    ResponderEliminar
  3. pretendía ser un sinestesia, pero sí, claro con buen olfato también escribes, y también es una sinestesia

    ResponderEliminar
  4. El olor a verano: trigo cortado.
    El olor a iglesia: incienso.
    El olor a sudor de un gimnasio.
    El olor a matanza: humo denso.
    El olor a otoño: hojas mojadas y secas al mismo tiempo...

    El olor:
    en la nariz,
    en la lengua,
    en la piel,
    en el viento,
    en el presente
    y en el recuerdo,
    yo huelo el futuro
    y hasta huelo los sueños!

    Enhorabuena por el post, tata!

    ResponderEliminar