lunes, 8 de marzo de 2010

El balar de los corderitos

Estaba yo acabándome El Silencio de los Corderos y me vino a la mente eso de:
''yo no quería salvarlos...¡yo quería comermelos! aaaahhh...¡soy un miserableee!''

Hay veces que me salen frases, entonaciones, canciones o chorradas varias que no sé de donde vienen.
De nuevo, el bajage cultural aprendido en casa desde niña.
Esta vez del humor absurdo con el que crecí, que forma hoy una maraña de estupideces que sólo se dicen en mi casa, pero que al recordar de donde vienen, nos siguen haciendo la misma gracia.

Cuando hay cordero en casa, se pregunta si es sólido, líquido o gaseoso. (Todo el mundo sabe que es bicharraco irracional)...
Cuando uno se pasa de listo, se le llama Gordopilo.
La junta de las canaletas siempre está hecha una chapuza, pero yo venía cantando con alegría.
No, no, gracias... ¡Ay con el dedito!
Vamos a ver si nos entendemos...que estamos hablando de lo mismo...
En el cine no se debe comer cosas que ronchen...
Paca, yo sé que tú hablas, pero no te entiedo ná.
¡Tristeee, que eres un tristeee!




Qué va, qué va, qué va...


[d(1.1)b Sonando: The Sun Does Down, Dolores O'Riordan ( tres días quedan :O)]

¡Ah! Y feliz día a las Mujeres del Mundo...

1 comentario:

  1. Tata, me has provocado una morriña terrible...
    De repente me he acordado de cuando alguien se teletransporta a la selva, o le absorbe un agujero o negro, o pide pedos de lobo, o se le queda la faringe como un salchichón, o se compras algo de ciertopelo, o algo muy elefante. Debemos de ser la familia que dice más chorradas por metro cúbico... Qué tal un inventario de estupideces familiares (un imbecilidario, un estupidario, un chorradario...)?

    Unos besos.

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