domingo, 15 de noviembre de 2009

Domingo y café

De la sobremesa, al lunes al despertar.
Los domingos por la tarde tenían que desaparecer, de raíz.

Siempre sostendré que sólo sirven para pasar la resaca (quién la tenga), estudiar (con muchas ganas o mucha urgencia), y dar paseos en pareja (quién la tenga también).
Para el resto de los mortales son sólo una agonía a sufrir, viendo venir la semana, intentando que pasen los eternos minutos haciendo cosas que pocas veces tienen algo de productivo...

Al menos sé que hay una manera de salvar los domingos por la tarde: también sirven para tomar café, que aunque no cura la dominguitis, al menos sí alivia sus efectos. Yo siempre estoy abierta a los cafés de domingo :)

Aquí Chaouen, como siempre, para definir cada estado, cada situación, con un verso o una estrofa.

''Una cita hoy, de aquellas de domingo me podría salvar de todos los hechizos,
estaré en el bar...
Allá donde se cruzan los caminos, donde voy desmembrando a mis amigos,
donde voy aduciendo la necesidad de un beso,
en vaporosos iris dilatados, de la mano de un mal vino...''
Carlos Chaouen, Pintando el cielo



[d(·.·)b Sonando: Incendios de nieve, Love of Lesbian]

1 comentario:

  1. él siempre tiene la frase justa para cada momento. a partir de ahora no voy a poner él, voy a poner Él jjajaja
    tienes razón, los domingos son grises, pero pueden incluso serlo dando paseos en pareja, y eso es llegar a un gris muy gris.lo mejor es intentar poner color sea el día que sea. feliz semana corazón

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