domingo, 10 de octubre de 2010

Secret

Este hombre aporta una serenidad increíble.

Su enorme cuerpo y su color, junto con su voz transmiten una extraña sensación de protección y sensualidad.
Parece que se le puede oler, acariciar las cicatrices, buscar los brillos de su piel.

Unas notas de piano y violín envuelven una letra muy sencilla: Mírame, soy uno de tus secretos.

Se puede imaginar que esa compenetración sea fruto de los planos estudiados y las horas de ensayo (o no), pero representan tan bien el equilibrio, que se queda una con el alma en un puño.


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