domingo, 29 de agosto de 2010

BA LON CES TO

Hoy ha empezado el Mundobasket de Turquía.
La cobertura que le han dado los medios es irrisoria frente al bombardeo periodístico al que fuimos sometidos hace dos meses.
Teniendo en cuenta lo exagerado que fue, me parece bien que no se repita semejante despliegue de euforia patriótica desmedida y acaparamiento de titulares, aunque me da rabia que no se valore lo que hay más allá del fútbol, al margen de implicaciones políticas y banderitas tatuadas en mentes cuadriculadas.
Como seguidora moderada del baloncesto, destaco la humildad de estos jugadores frente a la soberbia de aquellos. Que han hecho bastante más que los otros y se dan menos importancia.


Aunque haya sido un comienzo un poco chungo, estoy segura de que remontan el vuelo en cuanto pueda sentarme a verlos...
Y sino, al tiempo.


[d(o.9)b Sonando: Atlas, Fanfarlo]

jueves, 26 de agosto de 2010

Enganchada

Love, I get so lost, sometimes
Days pass and this emptiness fills my heart
When I want to run away
I drive off in my car
But whichever way I choose
I come back to the place you are

And all my instincts, they return
And the grand facade, so soon will burn
Without a noise, without my pride
I reach out from the inside

Esta canción es una droga, siempre que vuelve a mí de una u otra forma, recaigo.
Este hombre una necesidad.



Mañana, al Norte de los mapas.
En una semana, al Sur del Sur.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Comprar

Comprar, comprar, comprar.

Comprar de forma innecesaria.
Comprar uno nuevo por no molestarse en ver qué es lo que se rompió.
Comprar porque hay que darse algún capricho.
Comprar otro porque no merece la pena arreglarlo, para lo que costó.
Comprar porque nunca está de más tener repuestos.
Comprar porque está en oferta.
Comprar porque tampoco vamos a salir de pobres.
Comprar porque nunca se sabe.
Comprar porque fíjate qué mono.
Comprar porque a mi niño, lo mejor.
Comprar sin pesar los kilos de basura que bajamos cada noche.
Comprar porque el otro se quedó viejo y por ello ya no sirve.
Comprar porque se acaban las rebajas.
Comprar porque aunque llevamos sin ello desde siempre, ahora se ha convertido en una necesidad apremiante.
Comprar de forma terapéutica, para desestresarse.
Comprar sin pararse a pensar lo prescindible de la mayor parte de lo que compramos.
Comprar porque el plástico nunca se acabará (de degradar, se entiende).


Me pregunto cuántas de las cosas que tengo a mi alrededor son absolutamente imprescindibles para una vida cómoda, sin estrecheces.
No hablo de imprescindibles para sobrevivir, ya que es obvio que esas son muy pocas.
Me sobran objetos, aparatos, adornos, utensilios.
Por todas partes.


El sistema nos induce al consumo como forma de vida y, como ciudadanos responsables que somos, no negamos al sistema su modo de retroalimentación.

El problema esque el sistema acabará por engullirnos.
Con nuestras tarjetas de crédito y todo.



[d(o.O)b Sonando: Sail away, David Gray]

martes, 24 de agosto de 2010

Desorden

Juguetes, bañadores, fichas, toallas y toallitas, biberones, meriendas, balones, postales, parchís.
Niños y grandes en casa.

No necesito más.
Desorden del bueno.







[d(-.-)b Sonando: Forever, Ben Harper (Benito te amo...:P)]

domingo, 22 de agosto de 2010

Sombra

A la sombra de mi sombra
me estoy haciendo un sombrero,
sombrero de largas pajas que recogí del suelo.



Calor.
Mucho calor.
Seco y con aura.

viernes, 20 de agosto de 2010

Tormenta jabonosa.

Las tormentas, tan violentas, poderosas y devastadoras como terroríficamente hermosas.
Las pompas de jabón, tan delicadas, inocentes y frágiles. Tan etéreamente bellas.

Los colores formados por los caprichos de la luz, los flujos de materia y energía.


Dos de los fenómenos que más me fascinan, unidos.
Una tormenta en una pompa de jabón.
Pura física. Fascinante.

jueves, 19 de agosto de 2010

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Río Oja, 07 Agosto 2010

La sangre gitana que llevo dentro
se mezcla en cóctel de dulce sabor.
En la sangre gitana que llevo dentro
me arde fuego,
de mis manos, directa al corazón.
Y de madrugada, alma de alhelí,
sobrevuela, trastornando marea,
cada madrugada, alma de alhelí,
y no lo siento por mí.
Tarde o temprano
me perderé en cadenas...

Abro la ventana al aire y el alma a la noche.
Permito que la mente se me ventile, dejando vagar las ideas sin ningún orden.
En las noches, en casi todas las noches en las que me siento delante del teclado, que forman la mayoría de las noches del año, pero sobre todo en verano y más aún en agosto siento mi espíritu hipersensibilizado.

Es tal la cantidad de pensamientos que genera un día aparentemente normal que me noto mareada, me resulta tan difícil identificar cada uno de ellos que hago un esfuerzo para ponerles un nombre, como pequeños seres que se me antojan piezas de un puzzle. Algunas parecidas, ninguna igual.
Sé que dichos trozos forman el verano en que pocas cosas pasaron a tomar parte de mi Historia.

Harta de girar en torno a las mismas ideas, decido abrir mis sentidos al exterior.
Aquí hace calor,el sol se acumula durante el día y además el portátil genera un aire que vicia el ambiente. Huele a cerrado.
Me subo a la cama y asomo la cabeza, apoyando la barbilla en el dintel.


Los olores, los sonidos, los colores de la noche me tranquilizan.


Hoy, duermo con la ventana abierta.
Ya vendrá la madrugada.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Throwaway

A veces lo imprescindible pasa a ser prescindible.
Supongo que a eso se le llama evolucionar, pero duele cuando no ocurre bilateralmente.
No me refiero a la evolución, sino a dejar de ser necesario para quien sí es necesario para ti.

Una y otra vez.

martes, 17 de agosto de 2010

Young turks



La canción de ayer me recordó a este otro tema que me pusieron en una clase de inglés hace años.
Será que es la misma historia de dos enamorados que huyen en busca de otra vida. Corazones jóvenes en busca de la libertad porque el tiempo está de su lado.

Stewart nunca fue santo de mi devoción pero esta canción me gusta, tal vez porque me evoca a mis años de instituto y me vienen todos los recuerdos encadenados.
Desde el teacher que despertaba pasiones hasta el macarrilla que se sentaba conmigo en aquellas clases y que me encantaba en secreto, pero que andaba liado con la más popular para envidia de ellas y ellos.
Duraron un telediario, y yo siempre relacionaré la historia de los turcos con aquel curso, aquel profe y aquel chico.
Son curiosas las asociaciones de ideas que llevan consigo las canciones, incluso las que ya eran antiguas cuando las conocimos.



[d(L_L)b Sonando: Young turks, Rod Stewart]
(Ojo, el vídeo no tiene desperdicio, qué melena, qué hombreras...¡qué coreografías!)

domingo, 15 de agosto de 2010

Túneles



De nuevo aquí, con una de mis canciones favoritas de todos los tiempos, (y mira que en los Arcade hay para elegir...)
La última estrofa siempre me ha puesto los pelos de punta, y el último verso me parece una súplica de una belleza sobrecogedora.

De nuevo, una de huidas desesperadas.

Es esta ciudad la que me quita el ánimo.
No es sólo que no me gusten las calles, las plazas, el tráfico, o la falta de luz.
Es que este sitio me chupa la energía en cualquier estación del año.
Lejos del mar, lejos de la montaña, lejos de todas partes, donde se puede mirar al infinito durante kilómetros de estepa pero generalmente no a la cara de las personas.

Soy consciente de que tengo un saco de prejuicios al respecto, lo que no me hace en absoluto opinar con criterios realistas; (de hecho, no sé si son prejuicios puesto que son ideas que yo me he ido formando a lo largo de muchos años de observación), en cualquier caso, es algo que llevo tan dentro que me cuesta verlo de otra forma.

Claro que hay excepciones. Hay días en que estoy agusto en esta ciudad, casi siempre por estar rodeada de personas que son y siempre serán de aquí porque aman este sitio.
Yo lo respeto profundamente, pero de las pocas cosas que tengo claras respecto a mi futuro a medio plazo es donde intentaré evitar vivir, al menos de continuo. Vendré de visita, podré pasar vacaciones pero, de momento, no me veo echando raíces.

Trato de equilibrar la balanza con otro saco de paciencia y autoestima para que las estancias más prolongadas de lo deseable no acaben con mis nervios, cave un túnel y aparezca en cualquier otro sitio habiendo olvidado todos los nombres que solía saber.




Purify the colours, purify my mind,
purify the colours, purify my mind,
and SPREAD THE ASHES OF THE COLOURS OVER THIS HEART OF MINE!

miércoles, 4 de agosto de 2010

A ticket to anywhere


You got a fast car,
I want a ticket to anywhere.
Maybe we make a deal,
Maybe together we can get somewhere,
Anyplace is better,
Starting from zero got nothing to lose.
Maybe we'll make something
Me myself I got nothing to prove...


Tracy siempre me ha encantado y hoy caigo en el tópico de una de sus canciones más conocidas porque cada vez que retomo sus discos, redescubro auténticas maravillas.
Con los cuatro acordes más facilones y un lenguaje sencillo hace canciones que me ponen la emoción a flor de piel.

De nuevo, aparece la fascinación por la carretera.
Al igual que por los raíles y los vagones.

Al fin y al cabo es fascinación por la huida.
Por la velocidad en el sentido abstracto y metafórico.
Viajes, paisajes, experiencias.

Llevo cuatro años en los que no he pasado un mes entero seguido en un sitio, y tiendo a agobiarme cada vez en plazos más cortos.
He de aprender a que estar parada es bueno a veces y que la soledad en si misma no es mala si no quiero volverme loca.

Pero no ahora. Lo dejo para dentro de unos días.
Mañana agarro el tren y me voy de nuevo.
Ya lo dice ella, no necesito destinos exóticos para descubrir lo que significa estar viva.


[d(U.U)b Sonando: Fast car, Tracy Chapman]

We won't have to drive too far
Just across the border and into the city
You and I could both get jobs
Finally see what it means to be living

martes, 3 de agosto de 2010

En bañador

No somos nadie..y menos en bañador, reza el dicho.
En tan solo un paseo por la playa, caen todos los complejos que pueda tener.
Es pararse a observar el desfile contínuo de gente a orilla del mar y descubrir que pocos son los cuerpos de revista.
Una pasarela de chichas y de pieles caidas, de pechos grandes o pequeños, de barrigas prominentes o costillas a la vista.
No es un estudio con ánimo de desenmascarar los engaños que todos ofrecemos a diario, puesto que ya lo hacemos voluntariamente en el momento de dejar el vestidito colorido a un lado y espanzurrarnos en la esterilla.
Lejos de rellenos, fajas, maquillajes, peinados, complementos y prendas que sabemos favorecedoras, todos somos tan diferentes que nos unen nuestras imperfecciones.

En tres costas distintas he estado este verano y pocos son los físicos que habrían encajado a la perfección en lo que socialmente hemos aceptado como belleza. Todo el mundo tiene ''defectos'', (entendiendo éstos como desviaciones de la norma impuesta por los cuerposdanone y laschicasplayboy) y quien más o quien menos está algo acomplejado por esa zona que abulta más de lo que debería, por esa falta de simetría en un punto concreto de su anatomía o cualquier otro matiz que hace que cueste más de lo necesario mostrarse semi desnudo para todos los demás bañistas.

Pienso en cómo nos empeñamos todas y todos (que aquí no hay distinciones) en disimular nuestros puntos débiles y resaltar nuestras cualidades y en lo ridículo que resulta ver cómo nos preocupamos de si la falda es demasiado corta o el escote demasiado pronunciado y después llegamos a la piscina y nos quedamos todos como nuestras madres nos trajeron al mundo.

Yo rompo una lanza a favor de la imperfección, poniéndo énfasis en la pluralidad del cuerpo femenino.
Vivan las mujeres de pecho pequeño y de caderas anchas.
Pero vivan también las de pecho grande y caderas estrechas; el cilindro, la campana y el diábolo; el pie del 35 y el del 43; las mujeres menuditas y las que se tienen que agachar para entrar por las puertas; las que luchan con artilugios de tortura para combatir el vello y las que no necesitan, o simplemente no quieren hacerlo.

Yo, que como casi todo el mundo cambiaría varias partes de mi cuerpo, creo que es en bañador cuando somos alguien.
Al meternos en un bikini más o menos bonito, dejamos atrás vanidades y disfraces y nos convertimos sólo gente.




[d(8.8)b Sonando: Agosto, Héroes del Silencio (¡taaaaaan grande!)]

Una vez en la vida
debo encontrar dentro de mí
una noche de agosto
mi alma perdida
que arrojé al mar.