domingo, 12 de junio de 2011

Ya no

No tengo ganas, ni fuerzas para más excesos académicos.

Tras tantos junios de sacrificio, este año no puedo (aunque sé que debo) encerrarme en oscuras bibliotecas ni pasar sueño por estar entre los libros.

Ya no. Mis dioptrías son mías.

Huele a verano, y no hay nada que inspire más a ser feliz que el olor a verano y las noches de luna. Floto por la calle y sonrío yendo a trabajar.

Tres días escasos.

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