Quiero hacer el verbo soñar reflexivo,
pero no quiero soñarme contigo,
quiero soñarte,
o mejor aún, soñarnos,
porque la segunda persona es más poética
aún cuando no hay objetivo, civil o militar,
con el que cuadrar los mapas
de unos cuerpos y unas almas con topografías oníricas inexactas.
Sería magnífico soñarnos en batallas,
soñarnos corriendo hasta las trincheras más que amigas,
sería magnífico despertar y poder acabar las misiones pendientes,
para después seguir soñándonos
mientras olemos el humo de la guerra inconclusa,
y la humedad de los restos del naufragio.
Guerrear de la mejor manera que hay,
respirar al enemigo,
y luchar hasta que nos rindamos a soñarnos pronominalmente,
con las marcas de la batalla allí donde no se ven
encargadas de sanar las heridas de nuestras vidas anteriores,
cuando aún, pobres de nosotros, soñabamos por separado.
Que bien estaría quedar en los sueños para ir de aventuras.
ResponderEliminaryo me sueño, reflexivo y recíproco, y es mucho más emocionante que soñar, pues 'todos sueñan lo que son/aunque ninguno lo entiende' y no todos los sueños sueños son.
ResponderEliminarRecuérdame que te cuente lo que ME SOÑÉ hace poco...